AJOBLANCO MALAGUEÑO

AJOBLANCO MALAGUEÑO: Sano y refrescante.

Tradicional sopa fría andaluza cuyos orígenes se pierden en el tiempo.

Se utilizaba para aportar energía y frescor en los meses de verano, a las personas que trabajaban en el campo, utilizando ingredientes autóctonos como la dulce almendra marcona y la deliciosa uva moscatel.

Por citar algunos de los beneficios de las almendras: Son fuente de calcio y proteinas; ricas en vitamina E, ( antioxidantes ); cardiosaludables, ( reducen el nivel de colesterol y contribuyen en la prevención de enfermedades cardiacas ), aportan fibra, hierro, .. etc.

El ajoblanco a día de hoy, ha traspasado fronteras y es uno de los platos representativos de la saludable dieta mediterranea. Se ha ido adaptando a los tiempos en su preparación, (antiguamente los ingredientes se trabajaban en un mortero ), .. en la opción de añadir ingredientes que lo enriquecen aún más si cabe, ( jamón, mariscos y otras frutas ); ... o en su acabado.

Ingredientes:

200 grs. de almendras crudas
100 grs. de pan asentado del día anterior
2 dientes de ajo
Uvas
Aceite de oliva virgen extra, medio vaso
Vinagre 3-4 cucharadas
Sal
Agua

* Las cantidades de aceite, vinagre y sal, son orientativas, ya que habrá que adaptarlas a gusto personal e ir jugando con ellas hasta que se equilibren los sabores.

* Yo utilizo poco pan, ( hay quien ni siquiera lo pone ). Lo normal sería la misma proporción de pan que de almendras, o incluso algo más.

Preparación:

Si las almendras vienen con piel, para quitársela, puedes escaldarlas un par de minuto en agua hirviendo o dejarlas en remojo unas horas, ( yo prefiero esto último ). Desliza los dedos por la superficie, y saldrá muy facilmente.

Ponemos en el vaso de la batidora las almendras, los dientes de ajo y un poco de sal. Añadimos la miga de pan remojada en agua e incorporamos el vinagre.

Batimos todo bien hasta que quede una pasta bien procesada, y vamos añadiendo el aceite de oliva hasta conseguir una emulsión de consistencia parecida a una mayonesa.

Pasamos a un recipiente más amplio y vamos añadiendo agua fría hasta que adquiera la consistencia de una sopa. Vamos probando de sal y vinagre.

Se puede colar por si algún trozo de almendra no se hubiera triturado bién, pero como ves en la última foto, no es necesario.

Introduce en la nevera para servir bién frío.

Pela las uvas, quita las semillas, e introdúcelas partidas por la mitad si lo vas a tomar en plato. Añade si quieres unos taquitos de jamón y unas gotas de aceite...