Una receta con la que vas a disfrutar
El rodaballo es un estupendo pescado, que va a hacer especial nuestra mesa en cualquier ocasión.
Magnífico por supuesto el salvaje..., podemos encontrarlo de cultivo, que tiene un precio más asequible, y está también riquísimo.
Por su carne jugosa, de sabor delicado ..., y casi ausencia de espinas, ( solo una gran espina central, y en los bordes ), es apto para todos los públicos.
Ésta, es una manera muy fácil y sabrosa de hacerlo, con la que te aseguras un resultado espectacular.
Ingredientes:
- Rodaballo, ( en este caso de cultivo, de unos 650 grs ).
- Patatas
- Berenjenas
- Tomates
- Vino, ( en mi caso manzanilla )
- Aceite de oliva virgen extra
- Ajo y perejil en polvo
- Pan rallado
- Un par de dientes de ajo
- Pimentón dulce
- Sal
- Vinagre
Preparación:
Una vez el rodaballo limpio de la tripa, y enjuagado.., corta un poco las espinas de los laterales con ayuda de unas tijeras. Localiza la espina central, y con un cuchillo bien afilado, haz un corte a lo largo.
Prepara unas patatas en rodajas como de 1/2 cm., y coloca en la fuente donde vayas a hacer el pescado, previamente engrasada. Añade por encima: sal, perejil y ajo en polvo, pan rallado, y un chorrito de vino.
Introduce en el horno precalentado a 180º unos 15-20 mts, cubiertas con papel de horno o de aluminio.
Comprueba que están algo blanditas.
Pon encima el pescado, y añade unas rodajas de berenjenas que habremos tenido en un escurridor con sal para que pierdan el amargor, ( enjuaga, seca, y hazles unos cortes superficiales ), y también unos tomates, ( mejor cherrys ).
Riega todo con un fino hilo de AOVE:
Mete ahora con el horno a 200º, unos 20 mts.
Para saber si está en su punto, comprueba que la carne se desprende facilmente de la espina central, a través del corte que le hicimos al principio.
Ahora, haremos un refrito con aceite y unas láminas de ajo:
Cuando el ajo empiece a dorar, retira del fuego y añade una cucharadita de pimentón, y a continuación un chorrito de vinagre.., volviendo a poner en el fuego unos segundos.
Riega con este refrito el pescado una vez emplatado. Puedes dejar la piel, o servirlo ya limpio.